Eucaristía del Miércoles 21 de Agosto de 2024
Miércoles de la vigésima semana del tiempo ordinario
San Pío X, papa
Memoria obligatoria
Color: blanco
Pío X (1835-1914), que había sido obispo de Mantua y patriarca de Venecia, fue elegido Papa el año 1903. Tenía como lema “instaurar todas las cosas en Cristo” y en él inspiró toda su actividad pastoral.
Gobernó la Iglesia con firmeza, en una época en que debió enfrentar un laicismo virulento y un cuestionamiento radical de los conocimientos bíblicos y teológicos. Promovió, en este sentido, la acción responsable de los laicos en la misión evangelizadora de la iglesia.
Al invitar a los cristianos a participar activamente en la liturgia, les mostró el camino hacia las fuentes vivas de la fe.
Antífona de entrada Cf. Ez 34, 11. 23-24
Cuidaré de mis ovejas, dice el Señor, y suscitaré un pastor que las apaciente: Yo, el Señor, seré su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que para defender la fe católica e instaurar todas las cosas en Cristo, colmaste de sabiduría divina y de fortaleza apostólica al Papa san Pío X; concédenos que, siguiendo sus enseñanzas y ejemplos, alcancemos la recompensa eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
Arrancaré las ovejas de su boca, y nunca más ellas serán su presa.
Lectura de la profecía de Ezequiel 34, 1-11
La palabra del Señor me llegó en estos términos: “¡Profetiza, hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel! Tú dirás a esos pastores: Así habla el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no deben apacentar el rebaño? Pero ustedes se alimentan con la leche, se visten con la lana, sacrifican a las ovejas más gordas, y no apacientan el rebaño. No han fortalecido a la oveja débil, no han curado a la enferma, no han vendado a la herida, no han hecho volver a la descarriada, ni han buscado a la que estaba perdida. Al contrario, las han dominado con rigor y crueldad. Ellas se han dispersado por falta de pastor, y se han convertido en presa de todas las bestias salvajes. Mis ovejas se han dispersado, y andan errantes por todas las montañas y por todas las colinas elevadas. ¡Mis ovejas están dispersas por toda la tierra, y nadie se ocupa de ellas ni trata de buscarlas!
Por eso, pastores, oigan la palabra del Señor. Lo juro por mi vida -oráculo del Señor-: Porque mis ovejas han sido expuestas a la depredación y se han convertido en presa de todas las fieras salvajes por falta de pastor; porque mis pastores no cuidan a mis ovejas; porque ellos se apacientan a sí mismos, y no a mis ovejas; por eso, pastores, escuchen la palabra del Señor: Así habla el Señor: Aquí estoy Yo contra los pastores. Yo buscaré a mis ovejas para quitárselas de sus manos, y no les dejaré apacentar mi rebaño. Así los pastores no se apacentarán más a sí mismos. Arrancaré a las ovejas de su boca, y nunca más ellas serán su presa”.
Porque así habla el Señor: “¡Aquí estoy Yo! Yo mismo voy a buscar mi rebaño y me ocuparé de él”.
SALMO RESPONSORIAL 22, 1-6
R/. ¡El Señor es mi pastor, nada me puede faltar!
El Señor es mi pastor, nada me puede faltar. Él me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas.
Me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre. Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque Tú estás conmigo: tu vara y tu bastón me infunden confianza.
Tú preparas ante mí una mesa, frente a mis enemigos; unges con óleo mi cabeza y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu gracia me acompañan a lo largo de mi vida; y habitaré en la Casa del Señor, por muy largo tiempo.
ACLAMACIÓN AL EVANGELIO Heb 4, 12
Aleluya.
La Palabra de Dios es viva y eficaz; discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Aleluya
EVANGELIO
¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 19, 30–20,
Jesús dijo a sus discípulos:
Muchos de los primeros serán los últimos, y muchos de los últimos serán los primeros. Porque el Reino de los Cielos se parece a un propietario que salió muy de madrugada a contratar obreros para trabajar en su viña. Trató con ellos un denario por día y los envió a su viña.
Volvió a salir a media mañana y, al ver a otros desocupados en la plaza, les dijo: “Vayan ustedes también a mi viña y les pagaré lo que sea justo”. Y ellos fueron.
Volvió a salir al mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. Al caer la tarde salió de nuevo y, encontrando todavía a otros, les dijo: “¿Cómo se han quedado todo el día aquí, sin hacer nada?”
Ellos les respondieron: “Nadie nos ha contratado”. Entonces les dijo: “Vayan también ustedes a mi viña”.
Al terminar el día, el propietario llamó a su mayordomo y le dijo: “Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando por los últimos y terminando por los primeros”.
Fueron entonces los que habían llegado al caer la tarde y recibieron cada uno un denario. Llegaron después los primeros, creyendo que iban a recibir algo más, pero recibieron igualmente un denario. Y al recibirlo, protestaban contra el propietario, diciendo: “Estos últimos trabajaron nada más que una hora, y tú les das lo mismo que a nosotros, que hemos soportado el peso del trabajo y el calor durante toda la jornada”.
El propietario respondió a uno de ellos: “Amigo, no soy injusto contigo, ¿acaso no habíamos tratado en un denario? Toma lo que es tuyo y vete. Quiero dar a este que llega último lo mismo que a ti. ¿O no tengo derecho a disponer de mis bienes como me parece? ¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?”
Así, los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos.