Eucaristía del Viernes 27 de Septiembre de 2024
Viernes de la vigesimoquinta semana del tiempo ordinario
San Vicente de Paúl, presbítero
Memoria obligatoria
Color: blanco
Vicente de Paul (1581-1660), párroco de Clichy, en París, es el fundador de la Congregación de la Misión y también de la Congregación de las Hijas de la Caridad.
Es uno de los maestros de la espiritualidad francesa en el siglo XVII, pero por encima de todo es el modelo acabado de la caridad cristiana que va al encuentro de todas las miserias para socorrerlas, porque descubre, en el rostro de todo ser que sufre, los rasgos de Jesucristo, su Señor.
Antífona de entrada Cf. Lc 4, 18
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. Él me envió a llevar la buena noticia a los pobres y a sanar a los que se arrepienten de corazón.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que para el servicio de los pobres y la formación del clero infundiste las virtudes apostólicas en el presbítero san Vicente de Paúl, concédenos que, animados por su mismo espíritu, amemos lo que él amó y pongamos por obra lo que enseñó. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
Hay un tiempo para cada cosa bajo el sol.
Lectura del libro del Eclesiastés 3, 1-11
Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol: un tiempo para nacer y un tiempo para morir, un tiempo para plantar y un tiempo para arrancar lo plantado; un tiempo para matar y un tiempo para sanar, un tiempo para demoler y un tiempo para edificar; un tiempo para llorar y un tiempo para reír, un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar; un tiempo para arrojar piedras y un tiempo para recogerlas, un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse; un tiempo para buscar y un tiempo para perder, un tiempo para guardar y un tiempo para tirar; un tiempo para rasgar y un tiempo para coser, un tiempo para callar y un tiempo para hablar; un tiempo para amar y un tiempo para odiar, un tiempo de guerra y un tiempo de paz.
¿Qué provecho obtiene el trabajador con su esfuerzo? Yo vi la tarea que Dios impuso a los hombres para que se ocupen de ella. Él hizo todas las cosas apropiadas a su tiempo, pero también puso en el corazón del hombre el sentido del tiempo pasado y futuro, sin que el hombre pueda descubrir la obra que hace Dios desde el principio hasta el fin.
SALMO RESPONSORIAL 143, la. 2-4
R/. ¡Bendito sea el Señor, mi Roca!
Bendito sea el Señor, mi Roca, Él es mi bienhechor y mi fortaleza, mi baluarte y mi libertador; Él es el escudo con que me resguardo.
Señor, ¿qué es el hombre para que Tú lo cuides, y el ser humano, para que pienses en él? El hombre es semejante a un soplo, y sus días son como una sombra fugaz.
ACLAMACIÓN AL EVANGELIO Mc 10, 45
Aleluya.
El Hijo del hombre vino para servir y dar su vida en rescate por una multitud. Aleluya.
EVANGELIO
Tú eres el Mesías de Dios. El Hijo del hombre debe sufrir mucho.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 9, 18-22
Un día en que Jesús oraba a solas y sus discípulos estaban con Él, les preguntó: “¿Quién dice la gente que soy Yo?”
Ellos le respondieron: “Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los antiguos profetas que ha resucitado”.
“Pero ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy Yo?”
Pedro, tomando la palabra, respondió: “Tú eres el Mesías de Dios”.
Y Él les ordenó terminantemente que no lo anunciaran a nadie, diciéndoles:
“El Hijo del hombre debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día”.