Eucaristía del Viernes 19 de Agosto de 2022
![](https://www.parroquiapanimavida.cl/wp-content/uploads/2021/01/c-users-usuario-downloads-book-2073023_1920-jpg-1-1024x539.jpeg)
PRIMERA LECTURA
Huesos secos, escuchen la palabra del Señor. Los haré salir de sus tumbas, casa de Israel.
Lectura de la profecía de Ezequiel 37, 1-14
La mano del Señor se posó sobre mí, y el Señor me sacó afuera por medio de su espíritu y me puso en el valle, que estaba lleno de huesos. Luego me hizo pasar a través de ellos en todas las direcciones, y vi que los huesos tendidos en el valle eran muy numerosos y estaban resecos.
El Señor me dijo: “Hijo de hombre, ¿podrán revivir estos huesos?”
Yo respondí: “Tú lo sabes, Señor”.
Él me dijo: “Profetiza sobre estos huesos, diciéndoles: ‘Huesos secos, escuchen la palabra del Señor. Así habla el Señor a estos huesos: Yo voy a hacer que un espíritu penetre en ustedes, y vivirán. Pondré nervios en ustedes, haré crecer carne sobre ustedes, los recubriré de piel, les infundiré un espíritu, y vivirán. Así sabrán que Yo soy el Señor’”.
Yo profeticé como se me había ordenado, y mientras profetizaba, se produjo un temblor, y los huesos se juntaron unos con otros. Al mirar, vi que los huesos se cubrían de nervios, que brotaba la carne y se recubrían de piel, pero no había espíritu en ellos. Entonces el Señor me dijo: “Convoca proféticamente al espíritu, profetiza, hijo de hombre, tú dirás al espíritu: ‘Así habla el Señor: Ven, espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos para que revivan’”.
Yo profeticé como Él me lo había ordenado, y el espíritu penetró en ellos. Así revivieron y se incorporaron sobre sus pies. Era un ejército inmenso.
Luego el Señor me dijo: “Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. Ellos dicen: ‘Se han secado nuestros huesos y se ha desvanecido nuestra esperanza. ¡Estamos perdidos!’ Por eso, profetiza diciéndoles: ‘Así habla el Señor: Yo voy a abrir las tumbas de ustedes, los haré salir de ellas, y los haré volver, Pueblo mío, a la tierra de Israel. Y cuando abra sus tumbas y los haga salir de ellas, ustedes, mi Pueblo, sabrán que Yo soy el Señor. Yo pondré mi espíritu en ustedes, y vivirán; los estableceré de nuevo en su propio suelo, y así sabrán que Yo, el Señor, lo he dicho y lo haré’”.
SALMO RESPONSORIAL 106, 2-9
R/. ¡Den gracias al Señor, porque es bueno!
Que lo digan los redimidos por el Señor, los que Él rescató del poder del enemigo y congregó de todas las regiones: del norte y del sur, del oriente y el occidente.
Los que iban errantes por el desierto solitario, sin hallar el camino hacia un lugar habitable. Estaban hambrientos, tenían sed y ya les faltaba el aliento.
Pero en la angustia invocaron al Señor, y Él los libró de sus tribulaciones: los llevó por el camino recto, y así llegaron a un lugar habitable.
Den gracias al Señor por su misericordia y por sus maravillas en favor de los hombres, porque Él sació a los que sufrían sed y colmó de bienes a los hambrientos.
ACLAMACIÓN AL EVANGELIO Sal 24, 4b. 5a
Aleluya.
Señor, enséñame tus senderos, guíame por el camino de tu fidelidad. Aleluya.
EVANGELIO
Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 22, 34-40
Cuando los fariseos se enteraron de que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron con Él, y uno de ellos, que era doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: “Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?”
Jesús le respondió: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. Éste es el más grande y el primer mandamiento. El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas”.