Julio 27, 2024

Parroquia Nuestra Señora de la Buena Esperanza

Santuario San Sebastian de Panimavida

Eucaristía del Domingo 30 de Abril de 2023

Domingo cuarto de Pascua

Salterio IV

Color: blanco

La imagen del Pastor que guía a sus ovejas, era familiar al pueblo de Israel. Los jefes de Israel debían ser siervos del único Pastor, pero muchas veces siguiendo intereses egoístas, visiones políticas inadecuadas, traicionaron, desviaron y depredaron el rebaño de Dios. Jesús se presenta como el Pastor según el corazón de Dios, aquel que es anunciado por los profetas, Él conoce íntimamente al Padre y transmite este conocimiento a los suyos, es por eso que Él es la puerta, el mediador, Él conoce íntimamente nuestra condición, porque como un cordero ha cargado con los pecados de todos nosotros. Él guía a los suyos con la autoridad del que ama y que ha dado la vida; es por eso que en la fe, nosotros escuchamos su voz y seguimos sus pasos. 

Jesús es la puerta por la cual se entra en el corral y nadie puede ser admitido en las filas del pueblo de Dios, sino pasa por Cristo. Él es el único que nos revela al Padre y el único enviado por el Padre, para entregarle a la humanidad la verdadera y definitiva salvación. Fuera de Jesús, ningún otro conoce los caminos que conducen a los pastos de la vida, Jesús es tan necesario como el aire y el agua para la vida.

En el misterio eucarístico, Él es la fuente de todas las gracias, el pan de toda la vida. El secreto de la vida espiritual está en reconocer la voz del Buen Pastor para seguirlo a donde nos lleve.

Antífona de entrada             Cf. Sal 32, 5-6 

Toda la tierra está llena del amor del Señor, y su Palabra hizo el cielo. Aleluya. 

Gloria 

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, condúcenos hacia los gozos celestiales, para que tu rebaño, a pesar de su debilidad, llegue a la gloria que le alcanzó la fortaleza de Jesucristo, su pastor. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. 

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Dios lo ha hecho Señor y Mesías.

Lectura de los Hechos de los Apóstoles  2, 14a. 36-41

El día de Pentecostés, Pedro poniéndose de pie con los Once, levantó la voz y dijo:

Todo el pueblo de Israel debe reconocer que a ese Jesús que ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y Mesías.

Al oír estas cosas, todos se conmovieron profundamente, y dijeron a Pedro y a los otros Apóstoles: Hermanos, ¿qué debemos hacer?

Pedro les respondió: Que cada uno se convierta y se haga bautizar en el nombre de Jesucristo para que les sean perdonados los pecados, y así recibirán el don del Espíritu Santo. Porque la promesa ha sido hecha a ustedes y a sus hijos, y a todos aquellos que están lejos: a cuantos el Señor, nuestro Dios, quiera llamar.

Y con muchos otros argumentos les daba testimonio y los exhortaba a que se pusieran a salvo de esta generación perversa.

Los que recibieron su palabra se hicieron bautizar; y ese día se unieron a ellos alrededor de tres mil.

SALMO RESPONSORIAL   22, 1-6

R/El Señor es mi pastor, nada me puede faltar.

El Señor es mi pastor, nada me puede faltan. Él me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas. 

Me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre. Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque Tú estás conmigo: tu vara y tu bastón me infunden confianza. 

Tú preparas ante mí una mesa, frente a mis enemigos; unges con óleo mi cabeza y mi copa rebosa. 

Tu bondad y tu gracia me acompañan a lo largo de mi vida; y habitaré en la Casa del Señor, por muy largo tiempo. 

SEGUNDA LECTURA

Ustedes han vuelto a nuestro Pastor y Guardián.

Lectura de la primera carta del Apóstol san Pedro   2, 20b-25

Queridos hermanos:

Si a pesar de hacer el bien, ustedes soportan el sufrimiento, esto sí es una gracia delante de Dios.

A esto han sido llamados, porque también Cristo padeció por ustedes, y les dejó un ejemplo a fin de que sigan sus huellas. Él no cometió pecado y nadie pudo encontrar una mentira en su boca. Cuando era insultado, no devolvía el insulto, y mientras padecía no profería amenazas; al contrario, confiaba su causa al que juzga rectamente. Él llevó sobre la cruz nuestros pecados, cargándolos en su cuerpo, a fin de que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Gracias a sus llagas, ustedes fueron sanados. Porque antes andaban como ovejas perdidas, pero ahora han vuelto al Pastor y Guardián de ustedes.

EVANGELIO

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO Jn 10, 14

Aleluya.

Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí, dice el Señor. Aleluya.

EVANGELIO

Yo soy la puerta de las ovejas.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan   10, 1-10

Jesús dijo a los fariseos:

Les aseguro que el que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, sino trepando por otro lado, es un ladrón y un asaltante. El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. El guardián le abre y las ovejas escuchan su voz. Él llama a las suyas por su nombre y las hace salir. Cuando ha sacado todas las suyas, va delante de ellas y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz. Nunca seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen su voz.

Jesús les hizo esta comparación, pero ellos no comprendieron lo que les quería decir.

Entonces Jesús prosiguió:

Les aseguro que Yo soy la puerta de las ovejas. Todos aquellos que han venido antes de mí son ladrones y asaltantes, pero las ovejas no los han escuchado. Yo soy la puerta.

El que entra por mí se salvará; podrá entrar y salir, y encontrará su alimento. El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir. Pero Yo he venido para que las ovejas tengan Vida, y la tengan en abundancia.

Credo

Oración Universal

Levantemos, hermanos, nuestros ojos a Cristo, obispo y pastor de nuestras almas, y pongamos en sus manos, con toda confianza, las necesidades de los hombres:

Para que los obispos, presbíteros y diáconos apacienten santamente a los pueblos que tienen encomendados, roguemos al Señor.

Para que la paz que Jesucristo concedió a los discípulos arraigue con fuerza en nuestro mundo, y se alejen de las naciones el odio y las guerras, roguemos al Señor.

Para que los enfermos, los pobres y todos los que sufren encuentren en Cristo resucitado luz y esperanza, roguemos al Señor.

Para que Dios derrame en las familias cristianas el espíritu de piedad y de renuncia a lo mundano, de manera que germinen abundantes vocaciones al ministerio eclesial, roguemos al Señor.

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