Liturgia del Domingo 01 de Octubre de 2023
Domingo vigesimosexto del tiempo ordinario
Salterio II
Color: verde
INTRODUCCIÓN
¿Quién hizo la voluntad del Padre?, nos pregunta Jesús en el Evangelio.
El hijo que dice sí al padre, pero no le obedece representa a todos aquellos que permanecen insensibles al llamado de Dios. Él nos invita continuamente a que acojamos a Jesucristo como nuestro salvador.
Reconocer a Jesucristo como nuestro salvador “Es la respuesta inicial de quien ha escuchado al Señor con admiración, cree en Él por la acción del Espíritu, se decide a ser su amigo e ir tras de Él, cambiando su forma de pensar y de vivir, aceptando la cruz de Cristo, consciente de que morir al pecado es alcanzar la vida. En el Bautismo y en el sacramento de la Reconciliación, se actualiza para nosotros la redención de Cristo”.
Los publicanos, los pecadores y las prostitutas acogieron el llamado de Juan Bautista a la conversión. Y la misericordia de Dios fue abundante.
Ante Dios no existen etiquetas, solo hijos que tienen necesidad de su gracia y, por lo mismo, son invitados a la conversión permanente.
¿Quién hizo la voluntad del Padre? Aquel que no importándole su condición, le dijo sí al Señor Jesús e hizo la voluntad del Padre; aquel que se puso en camino, que transformo su corazón y su vida en ofrenda agradable a Dios.
Acojamos el llamado de nuestro Dios que nos ama con inusitado amor y nos invita a estar con Él. Desde hoy, estamos todos invitados a recomenzar desde Cristo.
Antífona de entrada Cf. Dan 3, 31. 29. 30. 43. 42
Todo lo que hiciste con nosotros, Señor, es verdaderamente justo, porque pecamos contra ti y no obedecimos tu ley; pero glorifica tu nombre, tratándonos según tu gran misericordia.
Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que manifiestas tu poder sobre todo en la misericordia y el perdón, derrama sin cesar tu gracia sobre nosotros, para que, deseando tus promesas, nos hagas participar de los bienes celestiales. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
Cuando el malvado se aparta del mal él mismo preserva su vida.
Lectura de la profecía de Ezequiel 18, 24-28
Esto dice el Señor:
Si el justo se aparta de su justicia y comete el mal, imitando todas las abominaciones que comete el malvado, ¿acaso vivirá? Ninguna de las obras justas que haya hecho será recordada: a causa de la infidelidad y del pecado que ha cometido, morirá.
Ustedes dirán: “El proceder del Señor no es correcto”. Escucha, casa de Israel: ¿Acaso no es el proceder de ustedes, y no el mío, el que no es correcto?
Cuando el justo se aparta de su justicia, comete el mal y muere, muere por el mal que ha cometido. Y cuando el malvado se aparta del mal que ha cometido, para practicar el derecho y la justicia, él mismo preserva su vida. Él ha abierto los ojos y se ha convertido de todas las ofensas que había cometido: por eso, seguramente vivirá, y no morirá.
SALMO RESPONSORIAL 24, 4-9
R/. Acuérdate, Señor, de tu compasión.
Muéstrame, Señor, tus caminos, enséñame tus senderos. Guíame por el camino de tu fidelidad; enséñame, porque Tú eres mi Dios y mi salvador, y yo espero en ti todo el día.
Acuérdate, Señor, de tu compasión y de tu amor, porque son eternos. No recuerdes los pecados ni las rebeldías de mi juventud: por tu bondad, Señor, acuérdate de mí según tu fidelidad.
El Señor es bondadoso y recto: por eso muestra el camino a los extraviados; Él guía a los humildes para que obren rectamente y enseña su camino a los pobres.
SEGUNDA LECTURA
Vivan con los mismos sentimientos que hay en Cristo Jesús.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos 2, 1-11
Hermanos:
Si la exhortación en nombre de Cristo tiene algún valor, si algo vale el consuelo que brota del amor o la comunión en el Espíritu o la ternura y la compasión, les ruego que hagan perfecta mi alegría, permaneciendo bien unidos.
Tengan un mismo amor, un mismo corazón, un mismo pensamiento. No hagan nada por interés ni por vanidad, y que la humildad los lleve a estimar a los otros como superiores a ustedes mismos. Que cada uno busque no solamente su propio interés, sino también el de los demás.
Vivan con los mismos sentimientos que hay en Cristo Jesús.
Él, que era de condición divina, no consideró esta igualdad con Dios como algo que debía guardar celosamente: al contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de servidor y haciéndose semejante a los hombres. Y presentándose con aspecto humano, se humilló hasta aceptar por obediencia la muerte y muerte de cruz.
Por eso, Dios lo exaltó y le dio el Nombre que está sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y toda lengua proclame para gloria de Dios Padre: “Jesucristo es el Señor”.
ACLAMACIÓN AL EVANGELIO Jn 10, 27
Aleluya.
“Mis ovejas escuchan mi voz, Yo las conozco y ella me siguen”, dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO
Se arrepintió y fue. Los publicanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al Reino
de Dios.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 21, 28-32
Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
“¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos y, dirigiéndose al primero, le
dijo: “Hijo, quiero que hoy vayas a trabajar a mi viña”. Él respondió: “No
quiero”. Pero después se arrepintió y fue. Dirigiéndose al segundo, le dijo
lo mismo y éste le respondió: “Voy, Señor”, pero no fue.
¿Cuál de los dos cumplió la voluntad de su padre?”
“El primero”, le respondieron.
Jesús les dijo: “Les aseguro que los publicanos y las prostitutas llegan
antes que ustedes al Reino de Dios. En efecto, Juan vino a ustedes por el
camino de la justicia y no creyeron en él; en cambio, los publicanos y las
prostitutas creyeron en él. Pero ustedes, ni siquiera al ver este ejemplo, se
han arrepentido ni han creído en él”.
Credo
ORACIÓN DE LOS FIELES
Oremos, hermanos, por todos los hombres y por todas sus necesidades, para que a nadie falte nunca la ayuda de nuestra caridad:
Para que el Señor vivifique su Iglesia y le conceda santos y numerosos ministros que iluminen y santifiquen a los fieles, roguemos al Señor.
Para que Dios conceda a los gobernantes el deseo de ser justos e infunda en los responsables de los pueblos el sentido de la unidad de la familia humana, roguemos al Señor.
Para que los que buscan a Dios sinceramente encuentren la verdad que desean y, habiéndola encontrado, descansen contemplándola, roguemos al Señor.
Para que el Señor perdone nuestras culpas, no permita que recaigamos en el pecado y nos libre de una muerte imprevista, roguemos al Señor.