Julio 27, 2024

Parroquia Nuestra Señora de la Buena Esperanza

Santuario San Sebastian de Panimavida

Eucaristía del Domingo 07 de Enero de 2024

Epifanía del Señor
Solemnidad
Salterio I

Color: blanco

INTRODUCCIÓN

Israel fue el encargado de realizar la misión de reunir a todos los pueblos en la descendencia de Abraham, y realizar, de esta manera, la promesa de la universalidad. Israel creyó erróneamente, en hacer esta unidad a partir de un cierto número de prácticas particulares: la ley, el sábado, la circuncisión. Pero sólo la fe de Abraham era la capaz de reunir a todas las naciones. Y los hebreos no supieron desvincular la fe de Abraham de sus prácticas legales.

El anuncio de un nuevo Pueblo de Dios, de dimensiones universales, que fue prefigurado y preparado en el pueblo elegido, se realiza plenamente en Jesucristo, en quien converge y se recapitula todo el plan de Dios. En Él, todo lo que era división encuentra plena unidad.

Convocando a los magos de oriente, Jesús comienza a reunir a los pueblos, y a dar unidad a la gran familia humana, la cual será realizada perfectamente cuando la fe en Jesucristo hará caer las barreras existentes entre todos los hombres.

Y en la unidad de la fe, todos se sentirán hijos de Dios, igualmente redimidos y hermanos entre ellos.

Este nuevo pueblo que es la Iglesia, comunidad de los creyentes, a través de los siglos realiza y testimonia la llamada universal de todos los hombres a la salvación, por medio de la obra unificadora de Jesucristo. Es significativa la visión final del Nuevo Testamento, una multitud de razas, de pueblos y de lenguas que saludan en Dios al Rey de la Naciones, y que habitarán en la nueva Jerusalén, donde la familia humana reencontrará la verdadera unidad.

La unidad que nos trae Cristo no es uniformidad, sino que respeta la originalidad de cada uno. Cada originalidad está llamada a seguir la estrella de Dios, estrella de Dios que podemos identificar con el mandamiento del amor: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, y a tu prójimo como a ti mismo”.

Antífona de entrada             Cf. Mal 3, 1; 1 Crón 29, 12 

Ya viene el Señor del universo y trae en sus manos la realeza, el poder y el imperio. 

Gloria

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que en este día manifestaste tu Hijo unigénito a todos los pueblos, guiándolos por medio de una estrella, condúcenos a quienes te conocemos por la fe a la contemplación de la hermosura de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. 

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

La gloria del Señor brilla sobre ti.

Lectura del libro de Isaías   60, 1-6

¡Levántate, resplandece, porque llega tu luz y la gloria del Señor brilla sobre ti!

Porque las tinieblas cubren la tierra y una densa oscuridad, a las naciones, pero sobre ti brillará el Señor y su gloria aparecerá sobre ti.

Las naciones caminarán a tu luz y los reyes, al esplendor de tu aurora.

Mira a tu alrededor y observa: todos se han reunido y vienen hacia ti; tus hijos llegan desde lejos y tus hijas son llevadas en brazos. Al ver esto, estarás radiante, palpitará y se ensanchará tu corazón, porque se volcarán sobre ti los tesoros del mar y las riquezas de las naciones llegarán hasta ti. Te cubrirá una multitud de camellos, de dromedarios de Madián y de Efá.

Todos ellos vendrán desde Sabá, trayendo oro e incienso, y pregonarán las alabanzas del Señor.

SALMO RESPONSORIAL   71, 1-2. 7-8. 10-13

R/¡Pueblos de la tierra alaben al Señor!

Concede, Señor, tu justicia al rey y tu rectitud al descendiente de reyes, para que gobierne a tu pueblo con justicia y a tus pobres con rectitud. 

Que en sus días florezca la justicia y abunde la paz, mientras dure la luna; que domine de un mar hasta el otro, y desde el Río hasta los confines de la tierra. 

Que los reyes de Tarsis y de las costas lejanas le paguen tributo. Que los reyes de Arabia y de Sabá le traigan regalos; que todos los reyes le rindan homenaje y lo sirvan todas las naciones. 

Porque Él librará al pobre que suplica y al humilde que está desamparado. Tendrá compasión del débil y del pobre, y salvará la vida de los indigentes. 

SEGUNDA LECTURA

Ahora ha sido revelado que también los paganos participan de la misma promesa.

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso  3, 2-6

Hermanos:

Seguramente habrán oído hablar de la gracia de Dios, que me ha sido dispensada en beneficio de ustedes.

Fue por medio de una revelación como se me dio a conocer este misterio, tal como acabo de exponérselo en pocas palabras. Al leerlas, se darán cuenta de la comprensión que tengo del misterio de Cristo, que no fue manifestado a las generaciones pasadas, pero que ahora ha sido revelado por medio del Espíritu a sus santos apóstoles y profetas.

Este misterio consiste en que también los paganos participan de una misma herencia, son miembros de un mismo Cuerpo y beneficiarios de la misma promesa en Cristo Jesús, por medio del Evangelio.

EVANGELIO

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO Mt 2, 2

Aleluya.

Vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorar al Señor. Aleluya.

EVANGELIO

Hemos venido de Oriente a adorar al rey.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo   2, 1-12

Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron: “¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo”.

Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén. Entonces reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías. “En Belén de Judea, le respondieron, porque así está escrito por el Profeta: ‘Y tú, Belén, tierra de Judá, ciertamente no eres la menor entre las principales ciudades de Judá, porque de ti surgirá un jefe que será el Pastor de mi pueblo, Israel’”.

Herodes mandó llamar secretamente a los magos y, después de averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella, los envió a Belén, diciéndoles: “Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle homenaje”.

Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño. Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría y, al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra. Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino.

Credo

ORACIÓN DE LOS FIELES

Presentemos, hermanos, nuestras oraciones al Señor en este día santo en que Dios ha manifestado su poder a las naciones, la salvación a los pueblos y a nosotros la luz radiante de su gloria:

Por la santa Iglesia de Dios, para que ilumine a los hombres con la luz que resplandece en el rostro de Cristo, disipe las tinieblas de los que viven en el error y dé ánimo a los fieles, para que, con valentía hagan brillar la luz del Evangelio ante todas las naciones, roguemos al Señor.

Por las Iglesias que acaban de nacer en los diversos pueblos, para que su juventud y vigor sean levadura de vida para todas las comunidades cristianas, roguemos al Señor.

Por los pueblos que aún no han sido iluminados por el Evangelio y por aquellos que, habiendo conocido a Cristo, han abandonado el camino de la verdad, para que confiesen a Cristo como Señor y lo adoren como a Dios verdadero, roguemos al Señor.

Por nosotros, que hemos sido llamados de las tinieblas a la luz admirable de Cristo, para que nos afiancemos en la fe verdadera y sigamos con fidelidad las enseñanzas del Evangelio, roguemos al Señor.

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